El jardín de las delicias terrenales tríptico

Un tríptico (/ˈtrɪptɪk/ TRIP-tik; del adjetivo griego τρίπτυχον “triptukhon” (“triple”), de tri, es decir, “tres” y ptysso, es decir, “plegar” o ptyx, es decir, “pliegue”)[1][2] es una obra de arte (normalmente una pintura sobre tabla) que se divide en tres secciones, o tres paneles tallados que se unen con bisagras y pueden plegarse o exponerse abiertos. Es, por tanto, un tipo de políptico, término que designa todas las obras de varios paneles. El panel central suele ser el más grande y está flanqueado por dos obras más pequeñas relacionadas, aunque hay trípticos de paneles de igual tamaño. Esta forma también puede utilizarse para colgantes.

La forma de tríptico aparece en el arte cristiano primitivo, y fue un formato estándar popular para las pinturas de altar a partir de la Edad Media. Su ámbito geográfico abarcaba desde las iglesias bizantinas orientales hasta las iglesias celtas de Occidente. Durante el periodo bizantino, los trípticos se utilizaban a menudo para la devoción privada, junto con otras reliquias como los iconos[4] Los pintores del Renacimiento, como Hans Memling y Hieronymus Bosch, utilizaron esta forma. Los escultores también la utilizaron. Las formas de los trípticos también facilitan su transporte.

Detalles del jardín de las delicias

El Jardín de las Delicias es el título moderno[a] de un tríptico al óleo sobre tabla de roble pintado por el maestro neerlandés Hieronymus Bosch, entre 1490 y 1510, cuando el Bosco tenía entre 40 y 60 años[1].

Como se sabe poco de la vida o las intenciones del Bosco, las interpretaciones de su intención van desde una advertencia sobre la indulgencia carnal mundana, hasta una advertencia funesta sobre los peligros de las tentaciones de la vida, pasando por una evocación del máximo gozo sexual. La complejidad de su simbolismo, especialmente el del panel central, ha dado lugar a una amplia gama de interpretaciones académicas a lo largo de los siglos. Los historiadores del arte del siglo XX están divididos en cuanto a si el panel central del tríptico es una advertencia moral o un panorama del paraíso perdido.

El Bosco pintó tres grandes trípticos (los otros son El Juicio Final, de c. 1482, y El Tríptico de Haywain, de c. 1516) que pueden leerse de izquierda a derecha y en los que cada panel era esencial para el significado del conjunto. Cada una de estas tres obras presenta temas distintos, aunque vinculados, que abordan la historia y la fe. Los trípticos de esta época solían estar pensados para ser leídos secuencialmente, los paneles de la izquierda y de la derecha solían representar el Edén y el Juicio Final respectivamente, mientras que el tema principal estaba contenido en la pieza central[2] No se sabe si El jardín estaba pensado como retablo, pero la opinión general es que el tema extremo de los paneles interiores del centro y de la derecha hace improbable que estuviera pensado para funcionar en una iglesia o monasterio, sino que fue encargado por un mecenas laico[3].

Jardín de las delicias terrestres interactivo

El tríptico reside actualmente en la Academia de Bellas Artes de Viena, Austria. Los paneles exteriores de los postigos están pintados en grisalla sobre tabla, mientras que los postigos interiores y el panel central están pintados al óleo. Los paneles izquierdo y derecho miden 167,7 x 60 cm y el central 164 x 127 cm. No debe confundirse con una obra fragmentada del Bosco con el mismo título (ahora en Múnich), ni con otro cuadro completo del Bosco, posiblemente realizado por un pintor de su taller[1].

El panel de la izquierda muestra el Jardín del Edén: en la parte superior se muestra a Dios sentado en el Cielo, mientras que los Ángeles Rebeldes son expulsados del Cielo y transformados en insectos. Al pie del panel, Dios crea a Eva a partir de la costilla de Adán. En el centro, Eva es tentada por la serpiente. Hacia el centro del panel, Adán y Eva son perseguidos por el Ángel en el bosque oscuro. En el panel central, Jesús juzga a las almas mientras está rodeado de los santos. El panel de la derecha muestra un paisaje infernal en el que se castiga a los malvados.

Wikipedia

Las obras del pintor holandés Hieronymus Bosch son conocidas por su fantástica imaginería y sus delicados detalles. Pero ninguna es tan conocida ni tan ambiciosa como su Jardín de las Delicias, una obra tan cargada de simbolismo que sigue despertando la curiosidad más de 500 años después de ser pintada.

El Bosco se atrevió a representar toda la experiencia humana, desde la vida hasta el más allá, en tres lienzos relacionados entre sí. El primero de la izquierda representa el Paraíso; el último de la derecha, el infierno. Y en el centro se encuentra El jardín de las delicias terrenales.

El Bosco nunca fechó sus obras, lo que complica el trabajo de los historiadores del arte. Algunos afirman que el Bosco comenzó el Jardín de las Delicias en 1490, cuando tenía unos 40 años. (Se desconoce el año exacto de su nacimiento, pero se supone que fue alrededor de 1450.) Pero se estima que la obra fue terminada entre 1510 y 1515.