Pinturas de frida kahlo para niños
Autorretrato como tehuana
Frida Kahlo es conocida mundialmente como una de las artistas latinoamericanas más revolucionarias. Cuando tenía diecisiete años, Kahlo sufrió un accidente de autobús casi mortal. Debido a las graves lesiones que sufrió en el accidente, tuvo que someterse a 35 operaciones en su vida, soportar recaídas de dolor extremo y no pudo tener hijos. Kahlo es famosa por sus autorretratos, que a menudo incorporan representaciones simbólicas de heridas físicas y psicológicas. He aquí 10 de sus cuadros más famosos.
Árbol de familia fue creado cuando Hitler y la Alemania nazi estaban en auge. A través de esta obra, Kahlo representa con orgullo su herencia mixta en una época en la que Hitler prohibía los matrimonios interraciales. Frida aparece en el centro con su madre mexicana y su padre alemán, supuestamente judío, detrás de ella. También se ha representado a sí misma en el vientre de su madre. Sus abuelos maternos están a la izquierda, sobre el paisaje montañoso mexicano, mientras que sus abuelos paternos están sobre el océano, indicando sus orígenes europeos.
El ciervo herido
Frida Kahlo creció en una casa llamada La Casa Azul con sus padres y seis hermanas. Esa casa es ahora el museo de Frida Kahlo. De niña, a Frida le encantaba dibujar. A los 6 años contrajo una enfermedad llamada polio que le dañó la pierna derecha.
Tras estudiar medicina, Kahlo cambió de carrera después de sufrir un grave accidente. Como parte de su recuperación, Kahlo se sometió a treinta y cinco operaciones, pero siguió pintando. Su madre mandó hacer un caballete especial para que pudiera pintar en la cama, y su padre le prestó su caja de óleos y algunos pinceles.
Frida solía pintar retratos de sí misma. Quería mostrar a la gente su sufrimiento, su incapacidad para tener hijos, y también a las personas de su vida. Creó ciento cuarenta y tres cuadros, de los cuales cincuenta y cinco son autorretratos.
Frida estaba orgullosa de su herencia mexicana. Se inspiró en el arte tradicional mexicano, que es maravillosamente colorido, brillante, con dibujos y simbólico. Está lleno de plumas, flores, bailes, música y texturas. En sus autorretratos a menudo aparecen animales, como monos, loros, un perro sin pelo y un ciervo. El “Autorretrato con mono” (1938) muestra a Frida de pie frente a árboles y hojas con una blusa y un collar tradicionales mexicanos, junto con un elaborado peinado que también refleja su herencia.
Frida kahlo: la revolución…
Frida (1907 – 1954) fue una pintora mexicana conocida por sus numerosos retratos, autorretratos y obras inspiradas en la naturaleza y los artefactos de México. Inspirada por la cultura popular del país, utilizó un estilo de arte popular para explorar cuestiones de identidad, género, clase y raza en la sociedad mexicana. Sus cuadros tienen a menudo fuertes elementos autobiográficos y mezclan el realismo con la fantasía.
Consejo de dibujo: Para conseguir el color profundo y rico que se muestra en esta muestra, intenta dibujar a Frida con un lápiz sobre papel negro y luego traza esas líneas con un pastel al óleo negro. Después de colorear su piel y su pelo (también con pasteles), traza las líneas de nuevo con el pastel negro. Las líneas negras gruesas siempre hacen que un dibujo parezca más dramático e interesante.
Autorretrato con collar
Nacida de padre alemán y madre mestiza, Kahlo pasó la mayor parte de su infancia y su vida adulta en La Casa Azul, su casa familiar en Coyoacán, que ahora es accesible al público como Museo Frida Kahlo. Aunque quedó discapacitada por la poliomielitis cuando era niña, Kahlo era una estudiante prometedora que se dirigía a la facultad de medicina hasta que sufrió un accidente de autobús a los 18 años, que le causó dolores y problemas médicos de por vida. Durante su recuperación, retomó su interés infantil por el arte con la idea de convertirse en artista.
El interés de Kahlo por la política y el arte la llevó a afiliarse al Partido Comunista Mexicano en 1927,[1] a través del cual conoció al también artista mexicano Diego Rivera. La pareja se casó en 1929,[1][5] y pasaron juntos los últimos años de la década de 1920 y los primeros de la de 1930 viajando por México y Estados Unidos. Durante este tiempo, desarrolló su estilo artístico, inspirándose principalmente en la cultura popular mexicana, y pintó sobre todo pequeños autorretratos que mezclaban elementos de las creencias precolombinas y católicas. Sus cuadros despertaron el interés del artista surrealista André Breton, que organizó la primera exposición individual de Kahlo en la Galería Julien Levy de Nueva York en 1938; la exposición fue un éxito, y le siguió otra en París en 1939. Aunque la exposición francesa tuvo menos éxito, el Louvre compró un cuadro de Kahlo, El marco, convirtiéndola en la primera artista mexicana que figuraba en su colección[1] A lo largo de la década de 1940, Kahlo participó en exposiciones en México y Estados Unidos y trabajó como profesora de arte. Dio clases en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado (“La Esmeralda”) y fue miembro fundador del Seminario de Cultura Mexicana. La salud de Kahlo, siempre frágil, empezó a decaer en esa misma década. Su primera exposición individual en México tuvo lugar en 1953, poco antes de su muerte en 1954, a la edad de 47 años.