Desarrollo de los hermanos

Según J. Kozielecki, la soledad es el momento en que “una persona se da cuenta de que los lazos emocionales que la unen al mundo se han roto o debilitado” (Kozielecki, 1996, p. 237). La soledad se entiende como un sentimiento subjetivo, tan persistente que las personas afectadas por ella son incapaces de pensar en otra cosa y se sienten miserables y vacías. Una persona que se siente sola está abrumada por un sentimiento de tristeza y vacío (Booth, 2000). En este estudio, el término de soledad se definió como una notable falta de relaciones sociales satisfactorias acompañada de un sentimiento de estrés psicológico. Experimentar la soledad significa sentir la falta de una persona cercana, de contacto personal con otras personas, de vínculos sociales y/o emocionales con el entorno más cercano y de pertenencia a un grupo social determinado. La soledad se considera en dos categorías: la social y la emocional, en la que se incluyen la soledad familiar y la romántica (Adamczyk, DiTommaso, 2014).

Se destaca que el fenómeno de la soledad tiene una dimensión temporal. Puede durar años (es decir, la soledad crónica), ser de carácter temporal, por ejemplo, en una situación de pérdida de una persona cercana, o de carácter momentáneo en situaciones que no dan lugar a su aparición, por ejemplo, cuando una persona tiene relaciones amistosas con otras personas.

Hermanos tóxicos

Algunas relaciones entre hermanas difíciles empiezan así, mientras que otras pueden empezar a experimentar problemas más adelante. Cualquiera que sea el escenario, puede ser triste saber que cuando algo importante sucede en tu vida, no puedes levantar el teléfono y llamar a tu hermana porque tu relación está en un mal momento. Si la relación con tu hermana parece no tener arreglo, ¿la respuesta es terminar la relación por completo?

Las personas se convierten en hermanas en diversas circunstancias. Pueden compartir uno o ambos padres, y a veces, las circunstancias permiten que sean adoptadas en una familia, y de esa adopción, se gana una hermana. Sea cual sea el escenario, una hermana es algo más que la relación entre dos o más mujeres. Es el vínculo y el amor lo que hace que la relación sea más especial que casi cualquier otra.

¿Qué puede pasar en la vida que sea tan malo como para causar estrés o tensión en la relación? Por supuesto, las respuestas a esta pregunta podrían ser infinitas. Las relaciones pueden ser difíciles de gestionar, incluso entre hermanas. Numerosas circunstancias pueden llevar a la desconexión o a la ruptura de la relación.

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Una relación tóxica entre hermanos es una relación desequilibrada en su dinámica de poder y puede implicar abuso entre hermanos y rivalidad disfuncional entre ellos.    El distanciamiento entre hermanos puede deberse al favoritismo de los padres, a la inmadurez de los padres, al abuso de los padres o de los hermanos y a la psicopatía.  Hay pasos que se pueden dar para sanar una relación tóxica entre hermanos, como hacer un profundo Trabajo de Sombra, entablar una conversación honesta y hacer terapia familiar.

La relación entre hermanos representa algo único e insustituible en el sistema familiar. A diferencia de nuestros padres, nuestros hermanos pertenecen a la misma generación. Como pares, nuestros hermanos ofrecen una conexión de parentesco única que probablemente nos acompañará de por vida.

Los hermanos nos ofrecen un espejo de nuestra personalidad. Pueden ser nuestros compañeros, confidentes, mejores amigos y competencia amistosa. También reflejan nuestro lado oculto, mostrando las cualidades que más queremos rechazar de nosotros mismos.

Los vínculos entre hermanos pueden ser preciosos, solidarios y nutritivos. Pero la existencia de hermanos también plantea algunas cuestiones existenciales inquietantes y dolorosas. ¿Cuánta lealtad debemos a nuestros hermanos? ¿Cuántos traumas transgeneracionales han esquivado por nosotros, compartido con nosotros o, paradójicamente, cargado con nosotros? ¿Qué es lo que se considera abuso entre hermanos y si está bien cortar con ellos? ¿En qué se parecen a nosotros y en qué no? ¿Cuánto de nuestra infancia se traslada a la rivalidad entre hermanos y al distanciamiento entre hermanos de adultos?

Psicología de las relaciones entre hermanos

Una relación tóxica entre hermanos es una relación desequilibrada en su dinámica de poder y puede implicar abuso entre hermanos y rivalidad disfuncional entre ellos.    El distanciamiento entre hermanos puede deberse al favoritismo de los padres, a la inmadurez de los padres, al abuso de los padres o de los hermanos y a la psicopatía.  Hay pasos que se pueden dar para sanar de una relación tóxica entre hermanos, como hacer un profundo Trabajo de Sombra, entablar una conversación honesta y hacer terapia familiar.

La relación entre hermanos representa algo único e insustituible en el sistema familiar. A diferencia de nuestros padres, nuestros hermanos pertenecen a la misma generación. Como pares, nuestros hermanos ofrecen una conexión de parentesco única que probablemente nos acompañará de por vida.

Los hermanos nos ofrecen un espejo de nuestra personalidad. Pueden ser nuestros compañeros, confidentes, mejores amigos y competencia amistosa. También reflejan nuestro lado oculto, mostrando las cualidades que más queremos rechazar de nosotros mismos.

Los vínculos entre hermanos pueden ser preciosos, solidarios y nutritivos. Pero la existencia de hermanos también plantea algunas cuestiones existenciales inquietantes y dolorosas. ¿Cuánta lealtad debemos a nuestros hermanos? ¿Cuántos traumas transgeneracionales han esquivado por nosotros, compartido con nosotros o, paradójicamente, cargado con nosotros? ¿Qué es lo que se considera abuso entre hermanos y si está bien cortar con ellos? ¿En qué se parecen a nosotros y en qué no? ¿Cuánto de nuestra infancia se traslada a la rivalidad entre hermanos y al distanciamiento entre hermanos de adultos?