felinae

Si alguna vez ha observado a alguno de los grandes felinos -tigres, leones o leopardos- en el zoo o en Animal Planet, no podrá evitar fijarse en las similitudes entre ellos y su gato doméstico. Es natural preguntarse si uno desciende del otro, lo que nos lleva a la idea errónea de este mes:

Si esperabas que tu gato atigrado fuera realmente un tigre diminuto, te vas a decepcionar. Tu amigo felino está emparentado con los grandes felinos, especialmente con el tigre, pero no desciende ni evoluciona de uno de ellos. Se lo explicamos…

Los avances en genética y tecnologías afines han permitido a los científicos analizar el ADN y secuenciar los genomas (el conjunto completo de genes) de varios miembros de la familia de los felinos, como tigres, leones, leopardos de las nieves, jaguares, leopardos, gatos salvajes y gatos domésticos. Sus estudios han arrojado algunos resultados interesantes.

En un estudio publicado en 2007, los científicos examinaron el ADN de casi mil gatos salvajes y domésticos de distintas regiones del mundo. Su objetivo era determinar qué subespecie del gato salvaje Felis silvestris, un gato pequeño comparado con los leones y los tigres, era el ancestro más probable de los gatos domésticos. Los resultados revelaron cinco grupos genéticos, o linajes, de gatos salvajes. Cuatro linajes se correspondían con cuatro de las poblaciones conocidas de gatos salvajes que vivían en regiones específicas. El quinto linaje incluía no sólo la quinta subespecie conocida de gato montés, sino también los cientos de gatos domésticos de los que se tomaron muestras, incluidos los gatos mestizos y de raza pura de Estados Unidos, el Reino Unido y Japón. Estos resultados indican que F. s. lybica (también conocido como gato salvaje africano) es el ancestro común de todos los gatos domésticos. ¿La verdadera sorpresa? El ADN de los gatos salvajes africanos -recogido en desiertos remotos de Israel, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí- era prácticamente indistinguible del ADN de los gatos domésticos.

cuándo se descubrieron los gatos

Los gatos son mucho más parecidos a sus ancestros salvajes que los perros a los lobos, por lo que los perros son en ese sentido la especie más domesticada de las dos. Al adaptarse a la convivencia con los humanos, los gatos se volvieron más sociables entre ellos y aceptaron mucho más a las personas, pero no hay pruebas de que hayan cambiado mucho más que eso en los últimos miles de años.

Los gatos y los perros pertenecen a un grupo de mamíferos conocido como Carnivora, y los ancestros salvajes de ambas especies se alimentaban principalmente de carne. Recientes análisis de ADN indican que, a lo largo de su evolución, los perros han adquirido más copias del llamado gen de la amilasa, que fabrica una enzima que ayuda a descomponer el almidón. Tener más copias de este gen ha permitido a los perros llevar una dieta más omnívora. En cambio, la familia de los gatos, conocida como Felidae, perdió los genes que codifican varias enzimas clave -entre ellas las que fabrican vitamina A, prostaglandinas y el aminoácido taurina- al principio de su evolución. Mientras que los perros (y los humanos) pueden sintetizar estas sustancias a partir de precursores vegetales, los gatos tienen que obtenerlas de la carne. Para ampliar su dieta, los gatos tendrían que desarrollar rasgos fisiológicos que les permitieran sintetizar estos y otros nutrientes clave a partir de alimentos vegetales. Esta capacidad no ha surgido durante los 10 millones de años de evolución de los félidos, por lo que parece poco probable que surja espontáneamente en nuestros gatos domésticos.

historia de los gatos

El gato (Felis catus) es una especie doméstica de pequeño mamífero carnívoro[1][2]. Es la única especie domesticada de la familia Felidae y a menudo se le denomina gato doméstico para distinguirlo de los miembros salvajes de la familia[4]. Un gato puede ser un gato doméstico, un gato de granja o un gato asilvestrado; este último se mueve libremente y evita el contacto humano[5]. Los gatos domésticos son valorados por los humanos por su compañía y su capacidad para matar roedores. Varios registros felinos reconocen unas 60 razas de gatos[6].

La anatomía del gato es similar a la de otras especies de félidos: tiene un cuerpo fuerte y flexible, reflejos rápidos, dientes afilados y garras retráctiles adaptadas para matar presas pequeñas. Su visión nocturna y su olfato están bien desarrollados. La comunicación de los gatos incluye vocalizaciones como maullidos, ronroneos, trinos, siseos, gruñidos y lenguaje corporal específico de los gatos. Depredador más activo al amanecer y al atardecer (crepuscular), el gato es un cazador solitario pero una especie social. Puede oír sonidos demasiado débiles o de alta frecuencia para el oído humano, como los que emiten los ratones y otros pequeños mamíferos[7].

dónde viven los gatos

El gato (Felis catus) es una especie doméstica de pequeño mamífero carnívoro[1][2]. Es la única especie domesticada de la familia Felidae y suele denominarse gato doméstico para distinguirlo de los miembros salvajes de la familia[4]. Un gato puede ser un gato doméstico, un gato de granja o un gato asilvestrado; este último se mueve libremente y evita el contacto con los humanos[5]. Los gatos domésticos son valorados por los humanos por su compañía y su capacidad para matar roedores. Varios registros felinos reconocen unas 60 razas de gatos[6].

La anatomía del gato es similar a la de otras especies de félidos: tiene un cuerpo fuerte y flexible, reflejos rápidos, dientes afilados y garras retráctiles adaptadas para matar presas pequeñas. Su visión nocturna y su olfato están bien desarrollados. La comunicación de los gatos incluye vocalizaciones como maullidos, ronroneos, trinos, siseos, gruñidos y lenguaje corporal específico de los gatos. Depredador más activo al amanecer y al atardecer (crepuscular), el gato es un cazador solitario pero una especie social. Puede oír sonidos demasiado débiles o de alta frecuencia para el oído humano, como los que emiten los ratones y otros pequeños mamíferos[7].