Remedio casero para la dermatitis alérgica a las pulgas

La dermatitis alérgica a las pulgas (DAF) es una alergia a la saliva de las pulgas. Los gatos con DAF experimentan un intenso picor y una erupción cada vez que les pica una pulga. El sarpullido es típicamente pequeño y lleno de bultos (dando la sensación de que hay arenilla bajo el pelaje), y tiende a desarrollarse alrededor de su cabeza, cuello, barriga y patas traseras. En un intento de calmar el picor, los gatos con DAF suelen rascarse, lamerse y morderse excesivamente la piel, lo que puede dar lugar a manchas rojas, en carne viva e infectadas y, en casos graves, a una afección denominada “dermatitis eosinofílica”. Si no se trata, la DAF puede afectar gravemente a la calidad de vida de su gato, pero, afortunadamente, en la mayoría de los casos es una enfermedad sencilla de tratar.

Los gatos con dermatitis alérgica a las pulgas necesitan un control muy estricto de las pulgas. Sin embargo, muchos tratamientos antipulgas sólo matan a las pulgas después de que hayan picado, lo que significa que su gato puede seguir siendo picado y tener reacciones de vez en cuando. Por eso, en la mayoría de los casos de FAD, también es importante utilizar un repelente de pulgas para evitar que a su gato le piquen por completo. Es muy importante utilizar los productos recomendados por el veterinario, para tratar a todas las mascotas de la casa (no sólo a la mascota con alergia a las pulgas), y también a la casa (con un spray antipulgas doméstico). Recuerda que sólo el 5% de la infestación de pulgas vive en tu mascota, el resto vive en tu casa.

Tratamiento de la dermatitis alérgica a las pulgas en perros

La dermatitis alérgica a las pulgas es una de las tres principales enfermedades alérgicas de la piel y es el trastorno de “picor de piel” más común que afecta a perros y gatos. Por lo general, no hacen falta muchas pulgas para provocar una reacción, especialmente en los animales que son muy sensibles. En estos casos, basta con una o dos pulgas para que se produzca la reacción.

Las pulgas pueden sobrevivir hasta 100 días alimentándose de su perro o gato. Una pulga hembra pone hasta 50 huevos al día y más de 2.000 en todo su ciclo vital, por lo que basta un breve periodo de tiempo para que su mascota y su entorno se contaminen en gran medida.

Las mascotas que padecen dermatitis por picadura de pulga suelen presentar un historial de mordeduras y arañazos en la parte baja de la espalda y en el lateral de los muslos. El rascado puede provocar la pérdida de pelo, llagas e infecciones secundarias.

Aunque las pulgas prefieren las temperaturas más cálidas, también están bien adaptadas para sobrevivir en el interior durante los meses más fríos. Se ha demostrado que la picadura intermitente de las pulgas puede hacer que las mascotas se vuelvan más sensibles a sus efectos, por lo que es importante mantener el control de las pulgas durante todo el año.

Dermatitis alérgica a las pulgas benadryl

La dermatitis alérgica a las pulgas (DAP) es una enfermedad cutánea eczematosa que produce picor en perros y gatos. Para estas dos especies domésticas, la dermatitis alérgica a las pulgas es la causa más común de enfermedad cutánea. Los animales afectados desarrollan reacciones alérgicas a las sustancias químicas de la saliva de las pulgas. Los síntomas de esta reacción incluyen eritema (enrojecimiento), pápulas (bultos), pústulas (bultos llenos de pus) y costras. Si es grave, se producirá una pérdida de pelo en la zona afectada. Los perros con dermatitis alérgica a las pulgas suelen presentar pérdida de pelo y erupción cutánea eczematosa en la parte inferior de la espalda, la parte superior de la cola, el cuello y la parte posterior de las patas. Los gatos con dermatitis alérgica a las pulgas pueden desarrollar diversos problemas cutáneos, como granuloma eosinofílico felino, dermatitis miliar o alopecia autoinfligida por un aseo excesivo[1].

La pulga que se encuentra más comúnmente tanto en perros como en gatos con una infestación de pulgas es la pulga del gato, Ctenocephalides felis.[2] Las mascotas que desarrollan DAF tienen una respuesta alérgica a la saliva de la pulga inyectada durante la alimentación de la pulga. El picor asociado a una sola picadura de pulga persiste mucho tiempo después de que la pulga haya desaparecido y provoca un importante autotraumatismo[1].

Cómo tratar la dermatitis alérgica a las pulgas en los perros en casa

Si su perro y su gato se pasan la mayor parte del día picando, rascándose, lamiéndose y repitiendo, es posible que su mascota tenga picaduras de pulgas, alergia al perro o al gato.  Los síntomas de las pulgas y de las alergias son similares, por lo que suelen confundirse entre sí y puede resultar confuso identificar qué problema tiene realmente su mascota.  ¿Cómo se puede diferenciar? Empecemos por los síntomas de las pulgas.

Si su mascota presenta alguno de estos síntomas, debe realizar una inspección detallada para detectar la presencia de estos molestos parásitos desde la nariz hasta la cola. Ponga a su perro o gato boca arriba para comprobar todas las zonas en las que a las pulgas les gusta esconderse: las axilas, las orejas, la cola, la ingle, la barriga, la nuca y la cabeza. Las pulgas tienden a encontrar los lugares más cálidos y peludos para anidar.  Si detecta pulgas en los gatos o los perros, concéntrese en eliminarlas inmediatamente. Una vez eliminadas las pulgas, estos síntomas desaparecerán y no habrá más picores en el perro o el gato. Llame o visite a su veterinario para hablar de un tratamiento antipulgas para perros y gatos, antes de que las pulgas se multipliquen rápidamente y se quede con una infestación de pulgas. Su veterinario puede prescribir un