Ejemplos de inteligencia emocional en el aula

ResumenLos avances neurocientíficos demuestran que el rango de edad de cero a cinco años representa una ventana crítica tanto para el aprendizaje como para la enseñanza, que debe implicar el desarrollo de la competencia emocional y el crecimiento de la autorregulación como base para el éxito académico, personal y social a largo plazo, promoviendo la salud mental y el bienestar. Hallazgos recientes sugieren que estas capacidades emergen de la co-regulación de las interacciones sociales y emocionales empáticas entre un cuidador y un niño pequeño. Sobre la base de esta investigación, la presente revisión (a) describirá los fundamentos teóricos de un enfoque de aprendizaje social y emocional basado en centros de cuidado y desarrollo infantil para apoyar el crecimiento de estas capacidades fundacionales en los niños desde el nacimiento; (b) examinará el papel de la corregulación con un cuidador/profesor profesional en la promoción de estas capacidades; y (c) detallará cómo el aprendizaje temprano social cognitivo emocional, un enfoque integrador basado en la evidencia, se esfuerza por fomentar estas competencias a través de la comunicación emocional, la orientación, las herramientas y las técnicas, sobre todo la charla causal en el contexto de la experiencia emocional.

Desarrollo emocional en la primera infancia pdf

En sus primeros años de vida, los niños pequeños adquieren habilidades sociales y emocionales, como regular las emociones, compartir con los demás y seguir instrucciones. Estas habilidades sientan las bases para el desarrollo de la alfabetización, la aritmética y otras capacidades cognitivas que son fundamentales para el éxito en la escuela y en la vida.

Un desarrollo social y emocional sano se basa en las relaciones afectivas y receptivas con los miembros de la familia y otros cuidadores, incluidos los que prestan atención en los entornos de aprendizaje temprano. Los profesionales de la atención y educación tempranas en las aulas de cuidado infantil y preescolar son socios importantes para apoyar el desarrollo social y emocional y garantizar que los alumnos más jóvenes estén preparados para la escuela y en el camino hacia el éxito.

Los órganos legislativos estatales suelen estudiar políticas y recursos para apoyar la preparación escolar. Cada vez más, la legislación para mejorar el bienestar social y emocional de los primeros alumnos se considera un componente crucial para promover el éxito en la escuela.

Durante sus primeros años de vida, el cerebro de los niños se desarrolla rápidamente, al igual que su capacidad para aprender habilidades sociales y emocionales esenciales. El desarrollo social y emocional en los primeros años, también denominado salud mental de la primera infancia, se refiere a la capacidad emergente de los niños para:

La importancia de enseñar las emociones a los niños de preescolar

Cada mañana, la Sra. Mitchell piensa en cómo sus sentimientos afectarán a su enseñanza. Si se siente frustrada o abrumada cuando llega a la escuela, respira hondo y elabora un plan para gestionar sus emociones de modo que pueda comprometerse plenamente con sus alumnos y profesores. Saluda a los niños y a las familias cuando entran por la puerta y les pregunta cómo se sienten. A lo largo del día, los niños utilizan un medidor de estado de ánimo para reconocer sus sentimientos. La Sra. Mitchell también utiliza el medidor de estado de ánimo para hablar con los niños sobre sus propios sentimientos, sobre cómo se sienten los personajes de los libros, sobre qué ha provocado sus sentimientos y sobre cómo cambian las emociones de los personajes a lo largo de una historia. De muchas maneras diferentes, la Sra. Mitchell modela la inteligencia emocional y apoya su desarrollo en sus alumnos.

La inteligencia emocional es un conjunto de habilidades relacionadas con el control de las emociones propias y ajenas, y la capacidad de utilizar las emociones para guiar el pensamiento y las acciones (Salovey y Mayer, 1990). Las emociones influyen en nuestra atención, memoria y aprendizaje, en nuestra capacidad para establecer relaciones con los demás y en nuestra salud física y mental (Salovey y Mayer, 1990). El desarrollo de la inteligencia emocional nos permite gestionar las emociones con eficacia y evitar que nos descarrile, por ejemplo, un arrebato de ira.

Qué es la inteligencia emocional en el desarrollo infantil

Las emociones son las que nos ayudan a obtener significado del mundo que nos rodea. Sin ellas, experimentaríamos la vida con la vivacidad de la lectura de un manual técnico de reparación de transmisiones. Aunque nuestras emociones -buenas o malas- proporcionan gran parte de la emoción de la vida, todavía hay mucho sobre ellas que desconocemos.

Los investigadores llevan décadas estudiando las emociones y todavía quedan muchas preguntas sin respuesta. Dicho esto, sabemos que el desarrollo emocional es clave para llevar una vida sana. Entonces, ¿qué se puede hacer para facilitar este crecimiento emocional en los niños pequeños? Hemos pedido a padres, psicólogos y educadores que nos cuenten todo lo que saben sobre este proceso, incluyendo consejos para los cuidadores en cada etapa.

Cada niño es único y se desarrolla de forma diferente, pero en general, hay tres pasos principales para construir una caja de herramientas emocionales bien equipada, y no se dan por sí solos. Implican la práctica y el apoyo de quienes entienden lo importante que es la inteligencia emocional.

¿Recuerda la primera vez que compartió su juguete favorito de la infancia? Tal vez se fijó en alguien que necesitaba animarse. Lo que antes habría provocado una crisis, ahora lo haces de buen grado. Puede que no lo supieras en ese momento, pero ese fue un gran paso en tu propio crecimiento emocional, y ese crecimiento fue significativamente guiado por los adultos en tu vida.