Alumnos con necesidades educativas especiales
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En el contexto de la oferta educativa, el término “necesidades educativas especiales” (NEE) se refiere a los niños que tienen más dificultades para aprender o acceder a la educación que la mayoría de los niños de su edad, debido a una dificultad de aprendizaje o a una discapacidad.
En 1978, el Informe Warnock, que se publicó para abordar el tema de las NEE en Inglaterra y Gales, estimó que hasta el 20% de los niños, durante su etapa escolar, podrían experimentar una NEE que requeriría la adopción de medidas educativas adicionales. Varias décadas después, vemos que esta estimación -aunque algo sobrevalorada- no está muy alejada de la realidad. Desde que se publicó el informe, en todas las escuelas, el número de niños con necesidades educativas especiales ha sido, por término medio, del 15%. Dejando de lado las estadísticas, el hecho es que las necesidades educativas especiales son comunes en las escuelas de todo el mundo. Como profesionales de la educación comprometidos con la educación inclusiva, en la que todos los alumnos tienen las mismas oportunidades de aprender, es obviamente importante que podamos identificar y acomodar las necesidades de nuestros alumnos.
ejemplos de necesidades especiales
Todos los niños y jóvenes pueden experimentar dificultades de aprendizaje en algún momento. Esto no es inusual. Para la mayoría de los niños las dificultades son temporales y se superan pronto con la ayuda y el estímulo del hogar y la escuela.
El término “necesidades educativas especiales” se utiliza para describir las dificultades de aprendizaje o las discapacidades que dificultan el aprendizaje de los niños en comparación con la mayoría de los niños de la misma edad. Los niños con Necesidades Educativas Especiales (NEE) suelen necesitar una ayuda adicional o diferente de la que reciben otros niños de su edad. Esta ayuda se conoce como prestación educativa especial.
Lo primero y más importante que hay que recordar es que todos los niños con NEE tienen derecho a recibir una educación amplia, equilibrada y adecuada que incluya el plan de estudios de la Etapa Fundamental de los Primeros Años (para niños de 3 a 5 años) o el plan de estudios nacional (para niños de 5 a 16 años).
La mayoría de los niños con NEE tienen sus necesidades cubiertas en una escuela ordinaria o en centros de educación infantil, aunque algunos niños con necesidades más complejas se benefician de la ayuda más especializada que se ofrece en una escuela “especial”.
ejemplos de necesidades educativas especiales y discapacidad
Caroline Planchamp es psicóloga, con un máster en psicología laboral. Está especializada en el trabajo en grupo y la creación de equipos en las organizaciones. También es profesora con 15 años de experiencia en clases de primaria en varios colegios privados de Ginebra. Es madre de tres hijos, uno de ellos con necesidades especiales. Actualmente se está especializando en el apoyo a la educación inclusiva de alumnos con necesidades especiales.
Todos los alumnos que presentan dificultades de aprendizaje en una situación determinada tienen “necesidades educativas especiales”. Es necesario adoptar disposiciones pedagógicas para garantizar su progresión en la escuela. A veces, se requieren recursos específicos o entornos especializados; sin embargo, la permanencia en la clase ordinaria sigue siendo una prioridad en las escuelas y sociedades inclusivas (véase el artículo “la escuela inclusiva”).
En este artículo, hablaremos de la diversidad de necesidades educativas especiales, de cómo identificar a los alumnos y sus necesidades y, por último, de qué opciones pedagógicas existen para acoger al alumno en la escuela.
necesidades educativas de un niño
Hay varias razones por las que un niño puede necesitar asistir a un programa de educación especial en la escuela. La educación especial puede ayudar a los alumnos que sufren retrasos en el desarrollo, como la dispraxia o la apraxia del habla, y/o a los niños que experimentan dificultades con la alfabetización y la aritmética debido a una diferencia específica de aprendizaje.
También puede ocurrir que una deficiencia física afecte a la capacidad de un alumno para aprender de la misma manera que sus compañeros y que sean necesarias adaptaciones y materiales específicos. El requisito básico para que un programa se considere de educación especial es que debe atender las necesidades individuales del alumno de una forma que no sería posible en un aula ordinaria. Pero el hecho de que un niño reciba apoyo adicional no significa que sea menos inteligente o tenga menos talento que sus compañeros.
Por eso, una de las formas más importantes en que un padre o un profesor pueden ayudar a un niño en educación especial es centrarse en ayudarle a encontrar sus puntos fuertes. Por ejemplo, los alumnos con dislexia pueden tener dificultades para leer pero ser artistas extremadamente creativos. O un niño con autismo puede tener problemas con las habilidades interpersonales pero ser un genio con el ordenador.