Enfermedades de las cobayas

Enfermedades de las cobayas online

infección por hongos en cobayas

Según la Encuesta Nacional de Propietarios de Mascotas 2011/2012 de la Asociación Americana de Productos para Mascotas, alrededor del 4,6 por ciento de los hogares estadounidenses albergan un reptil. Puede que te gusten las tortugas, las serpientes y los lagartos, pero debes manejarlos con cuidado. Los CDC dicen que los reptiles infectan a unas 70.000 personas al año con la bacteria de la salmonela. En los seres humanos, la salmonela puede causar gastroenteritis grave y sepsis. Los reptiles también pueden ser portadores de Edwardsiella tarda y Plesiomonas shigelloides, que también causan gastroenteritis en los humanos. Las serpientes pueden ser portadoras de Aeromonas shigelloides, un parásito con forma de gusano, y de Armillifer, un parásito artrópodo con forma de gusano, que pueden convertirse en parásitos del ser humano.

Los monos no deben tenerse como mascotas. De hecho, muchos estados de Estados Unidos prohíben la tenencia privada de monos y otros primates. Los monos pueden portar y transmitir enfermedades a los humanos, especialmente el virus del herpes B, que puede ser potencialmente mortal para una persona que sea mordida, arañada o escupida por un mono. Además, a medida que envejecen, su comportamiento puede volverse imprevisible y a veces violento, dependiendo de las circunstancias en las que se encuentren.

cobayas letárgicas

Las cobayas son excelentes mascotas. Aunque suelen ser animales sanos, hay una serie de enfermedades que suelen afectar a las cobayas de compañía. Conociendo cuáles son las enfermedades más comunes, puedes estar mejor preparado para vigilar los signos y síntomas de que tu cobaya puede estar enfermando.

Todas las cobayas son diferentes e incluso las cinco enfermedades más comunes pueden presentarse de forma diferente en cada animal. Es importante observar cualquier cambio en el comportamiento, el apetito, la eliminación (micción y defecación) u otros hábitos diarios. Esté atento a los cambios físicos como la pérdida de pelo, el enrojecimiento de la piel o la hinchazón. Vigile cualquier cambio y hable con su veterinario si sospecha que su cobaya puede tener algún problema.

Las cobayas deben comer y defecar siempre. Si ves que tu cobaya no ha tocado su comida y ves que hace menos heces y más pequeñas, puede que tu cobaya tenga íleo. El íleo se produce cuando se acumulan gases en el tracto gastrointestinal (estómago e intestinos). Debido a la falta de peristaltismo normal y a la ausencia de alimento en el sistema digestivo, el gas no puede salir del cuerpo. Esto provoca malestar y puede llegar a ser mortal. Tu cobaya debe recibir atención médica inmediata si sospechas que tiene íleo, para que pueda recibir un diagnóstico y se le prescriban los medicamentos adecuados.

cómo tratar a una cobaya resfriada

Debes revisar regularmente a tu cobaya para asegurarte de que come bien, orina, defeca con normalidad y camina con facilidad. Compruebe también que su cobaya tiene un pelaje sano, ojos claros y brillantes, una nariz sin secreciones, uñas de longitud normal (que no sean demasiado largas) y almohadillas sanas y normales.

Tenga en cuenta que las cobayas producen dos tipos diferentes de excrementos. Un tipo de excremento contiene desechos «normales»; estos excrementos son formados, de color marrón medio a oscuro y con forma de judías cocidas alargadas). También producen caecotrofos, que son heces blandas, a menudo de color verdoso (pero no siempre), ricas en nitrógeno, que proceden del ciego del animal y contienen algunas vitaminas y minerales que la cobaya necesita para reingestar. Es normal que las cobayas se coman sus caecotrofos después de expulsarlos (coprofagia). Esto no indica ningún tipo de deficiencia o anormalidad en la dieta y debería permitirse a las cobayas hacerlo.

Las cobayas son buenas para ocultar la enfermedad y el dolor. Conozca el comportamiento de sus cobayas; si se comportan de forma anormal, puede ser una señal de que algo va mal. Si su cobaya muestra alguno de estos signos, póngase en contacto con su veterinario lo antes posible. Las cobayas también deberían someterse a revisiones veterinarias periódicas; esto puede ayudar a detectar problemas como el crecimiento excesivo de los dientes o los parásitos antes de que se conviertan en un problema de salud importante para tus cobayas.