Principios del feng shui

Las palabras chinas “feng” y “shui” se traducen como “viento” y “agua”, respectivamente. Este concepto deriva de un antiguo poema que habla de que la vida humana está conectada y fluye con el entorno que la rodea.

La filosofía del feng shui es una práctica que consiste en ordenar las piezas de los espacios vitales para crear un equilibrio con el mundo natural. El objetivo es aprovechar las fuerzas energéticas y establecer la armonía entre el individuo y su entorno.

En la cultura asiática, esta filosofía se llama Tao, que se traduce como “el camino”. El taoísmo es el camino de la naturaleza y todos los principios básicos del feng shui reflejan la naturaleza. Veamos los principios esenciales del feng shui: la posición de mando, el bagua y los cinco elementos.

La posición de mando es el lugar de una habitación que está más alejado de la puerta y no está en línea directa con ella. Te sitúa en diagonal con respecto a la puerta. Lo ideal es tener una línea de visión clara hacia la puerta.

La posición de mando es donde quieres pasar la mayor parte del tiempo cuando estés en esa habitación. Las directrices del Feng Shui sugieren que determine esta posición dominante en la habitación y, a continuación, coloque su cama, su escritorio o su estufa en alineación diagonal, si puede. Estas tres partes de tu casa son fundamentales, ya que cada una representa una parte esencial de tu vida. La cama te representa a ti, el escritorio es una extensión de tu carrera, y la estufa representa tu riqueza y alimentación.

Pulsera de feng shui

El feng shui (chino: 風水), también conocido como geomancia china, es una práctica tradicional pseudocientífica[2][3][4] originaria de la antigua China, que afirma utilizar las fuerzas energéticas para armonizar a las personas con el entorno que las rodea. El término “feng shui”, traducido literalmente como “viento-agua” en inglés, procede de un pasaje del ahora perdido Libro de los Entierros, recogido en el comentario de Guo Pu[5][6].

El feng shui es una de las cinco artes de la metafísica china, clasificada como fisiognomía (observación de las apariencias mediante fórmulas y cálculos). La práctica del feng shui analiza la arquitectura en términos de “fuerzas invisibles” que unen el universo, la tierra y la humanidad, conocidas como qi.

Históricamente, el feng shui se utilizaba mucho para orientar los edificios -a menudo estructuras de importancia espiritual, como las tumbas, pero también viviendas y otras estructuras- de manera auspiciosa. Dependiendo del estilo particular de feng shui que se utilizara, un lugar auspicioso podía determinarse por referencia a características locales como masas de agua, estrellas o la brújula.

El hogar del feng shui

El feng shui (chino: 風水), también conocido como geomancia china, es una práctica tradicional pseudocientífica[2][3][4] originaria de la antigua China, que afirma utilizar las fuerzas energéticas para armonizar a las personas con el entorno que las rodea. El término “feng shui”, traducido literalmente como “viento-agua” en inglés, procede de un pasaje del ahora perdido Libro de los Entierros, recogido en el comentario de Guo Pu[5][6].

El feng shui es una de las cinco artes de la metafísica china, clasificada como fisiognomía (observación de las apariencias mediante fórmulas y cálculos). La práctica del feng shui analiza la arquitectura en términos de “fuerzas invisibles” que unen el universo, la tierra y la humanidad, conocidas como qi.

Históricamente, el feng shui se utilizaba mucho para orientar los edificios -a menudo estructuras de importancia espiritual, como las tumbas, pero también viviendas y otras estructuras- de manera auspiciosa. Dependiendo del estilo particular de feng shui que se utilizara, un lugar auspicioso podía determinarse por referencia a características locales como masas de agua, estrellas o la brújula.

Dormitorio feng shui

Puede resultar abrumador tratar de averiguar por dónde empezar cuando se trata de cultivar un buen feng shui en su hogar. ¿Por qué habitaciones debería empezar? ¿Cómo empezar de cero o qué hacer si una habitación ya está decorada?

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