¿Por qué rezamos a San Pedro?
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. Danos hoy el pan de cada día y perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación, líbranos del mal.
Dios te salve María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestra defensa contra la maldad y las asechanzas del Diablo. Que Dios lo reprenda, te lo pedimos humildemente, y haz tú, oh Príncipe de los ejércitos celestiales, con el poder de Dios, arrojar al infierno a Satanás, y a todos los espíritus malignos, que merodean por el mundo buscando la ruina de las almas.
Dios mío, me arrepiento de mis pecados de todo corazón. Al elegir hacer el mal y dejar de hacer el bien, he pecado contra ti, a quien debería amar sobre todas las cosas. Me propongo firmemente, con tu ayuda, hacer penitencia, no pecar más y evitar todo lo que me lleve a pecar. Nuestro Salvador Jesucristo sufrió y murió por nosotros. En su nombre. Dios mío, ten piedad.
Oración de San Pedro en español
La Oración de la Sombra de San Pedro es muy poderosa y efectiva, ya que te rodea para protegerte de todo lo malo que pueda estar afectando el desarrollo de tus potencialidades, si quieres descubrir de qué se trata, sigue leyendo este artículo, que el apóstol San Pedro te ayudará para que puedas vivir mejor.
A la sombra del gran apóstol del Señor, se le hace una oración con la esperanza de que haga milagros y nos dé su protección contra cualquier enfermedad o mal. Comienza diciendo las siguientes palabras y luego debes rezar un Padre Nuestro y un Ave María.
Oh hermoso Todopoderoso, haz que San Pedro me cubra con su sombra. Permite que me mantenga siempre protegido. Permite que el discípulo de tu hijo me dé la fuerza que necesito para vivir honestamente, sin miseria, sin peligro, siempre seguro, siempre reconfortado.
Esta es una oración maravillosa, por la que se pide a este santo apóstol que nos cobije bajo su sombra y con su intercesión tengamos abiertos los caminos para llevar una vida de gran fe. Reza las siguientes palabras y finalmente se acuerda de rezar un Padre Nuestro y un Ave María:
San Pedro vudú
San Pedro Apóstol es el patrón de los carniceros y pescadores. San Pedro (Simón Pedro) es más conocido por haber negado tres veces a Jesús y también es conocido como el primer papa de la Iglesia. Fue crucificado cabeza abajo por sus creencias.
Novena a San PedroSanto Apóstol, porque eres la Roca sobre la que Dios Todopoderoso ha edificado su Iglesia, consígueme, te lo ruego, una fe viva, una esperanza firme y un amor ardiente; un desprendimiento completo de mí mismo, un desprecio del mundo, una paciencia en la adversidad, una humildad en la prosperidad, un recogimiento en la oración, una pureza de corazón, una intención recta en todas mis obras, una diligencia en el cumplimiento de los deberes de mi estado de vida, una
los deberes de mi estado de vida, la constancia en mis propósitos, la resignación a la voluntad de Dios y la perseverancia en la gracia de Dios hasta la muerte; para que así, por medio de tu intercesión y tus gloriosos méritos, sea digno de presentarme ante el principal y eterno Pastor de las almas, Jesucristo, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Si te gusta esta novena, te encantarán estas estampas de San Pedro.
Oraciones a San Pablo
En la primera lectura de hoy, Pedro implora a los líderes de las primeras comunidades cristianas que atiendan a sus rebaños con el ejemplo, «supervisando no por obligación, sino voluntariamente». En el Evangelio, Pedro anuncia a Jesús como «el Hijo de Dios vivo», y en respuesta, Jesús nombra a Pedro la roca sobre la que construirá la Iglesia, dándole las llaves del Reino de los Cielos. Al dar a Pedro las llaves del Reino, Jesús le confiere la responsabilidad de gobernar y enseñar a la Iglesia. Esta responsabilidad no tiene que ver con el poder sobre los demás, sino que es un don de Dios para servir al rebaño como lo haría el Buen Pastor.
Teniendo en cuenta todo esto, la fiesta de hoy no celebra un mueble, aunque la carcasa de bronce dorado esculpida por Bernini que rodea la reliquia pueda hacer pensar lo contrario, sino que celebra la unidad de nuestra Iglesia. Celebramos el amor, la presencia y la protección de Cristo por nosotros, la Iglesia. Cuando pensamos en la «silla» de algo, pensamos simbólicamente en un líder o en la cabeza de algo, y así es con la Cátedra de Pedro. Al referirnos a San Pedro, estamos recordando el poder de enseñanza de Pedro, el primer papa, y sus sucesores. Desde esta cátedra, el Papa pastorea el rebaño de Cristo.