Plano de la catedral de Santiago de Compostela
La Basílica Arquidiocesana de Santiago de Compostela (en español y gallego: Catedral Basílica de Santiago de Compostela) forma parte de la Archidiócesis Metropolitana de Santiago de Compostela y es un componente integral del Sitio del Patrimonio Mundial de Santiago de Compostela en Galicia, España. La catedral es el supuesto lugar de enterramiento de Santiago el Mayor, uno de los apóstoles de Jesucristo. También es una de las pocas iglesias del mundo construidas sobre la tumba de un apóstol; las otras son la Basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano, la Basílica de la Catedral de Santo Tomás de Chennai en la India y la Basílica de San Juan en Izmir, Turquía.
La basílica de la archicatedral ha sido históricamente un lugar de peregrinación en el Camino de Santiago desde la Alta Edad Media y marca el final tradicional de la ruta de peregrinación. El edificio es una estructura románica, con añadidos posteriores góticos y barrocos.
Según la leyenda, el apóstol Santiago el Mayor trajo el cristianismo a la Península Ibérica[3][4] Según la leyenda, esta tumba fue redescubierta en el año 814 por Pelagio el Ermitaño, después de haber presenciado extrañas luces en el cielo nocturno. El obispo Teodomiro de Iria lo reconoció como un milagro e informó al rey Alfonso II de Asturias y Galicia (791-842). El rey ordenó la construcción de una capilla en el lugar. La leyenda cuenta que el rey fue el primer peregrino de este santuario. A ésta le siguió la primera iglesia en el año 829 y luego, en el 899, una iglesia prerrománica, ordenada por el rey Alfonso III de León,[5] lo que provocó el desarrollo gradual de este importante lugar de peregrinación[6].
Peregrinación a la catedral de santiago de compostela
La Basílica Arquidiocesana de Santiago de Compostela (en español y gallego: Catedral Basílica de Santiago de Compostela) forma parte de la Archidiócesis Metropolitana de Santiago de Compostela y es un componente integral del Sitio del Patrimonio Mundial de Santiago de Compostela en Galicia, España. La catedral es el supuesto lugar de enterramiento de Santiago el Mayor, uno de los apóstoles de Jesucristo. También es una de las pocas iglesias del mundo construidas sobre la tumba de un apóstol; las otras son la Basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano, la Basílica de la Catedral de Santo Tomás de Chennai en la India y la Basílica de San Juan en Izmir, Turquía.
La basílica de la archicatedral ha sido históricamente un lugar de peregrinación en el Camino de Santiago desde la Alta Edad Media y marca el final tradicional de la ruta de peregrinación. El edificio es una estructura románica, con añadidos posteriores góticos y barrocos.
Según la leyenda, el apóstol Santiago el Mayor trajo el cristianismo a la Península Ibérica[3][4] Según la leyenda, esta tumba fue redescubierta en el año 814 por Pelagio el Ermitaño, después de haber presenciado extrañas luces en el cielo nocturno. El obispo Teodomiro de Iria lo reconoció como un milagro e informó al rey Alfonso II de Asturias y Galicia (791-842). El rey ordenó la construcción de una capilla en el lugar. La leyenda cuenta que el rey fue el primer peregrino de este santuario. A ésta le siguió la primera iglesia en el año 829 y luego, en el 899, una iglesia prerrománica, ordenada por el rey Alfonso III de León,[5] lo que provocó el desarrollo gradual de este importante lugar de peregrinación[6].
La catedral de Santiago de Compostela románica
La catedral de Santiago es la última parada del camino de los peregrinos, y su carácter monumental la hace merecedora de esta distinción. Se trata de una obra clave del estilo románico en la que confluyen numerosos estilos arquitectónicos.
La construcción de la catedral se inició en 1075, en el reinado de Alfonso VI, y fue patrocinada por el obispo Diego Peláez. Las obras se realizaron bajo la dirección del Maestro Esteban sobre los restos de antiguas iglesias construidas en devoción al santo. Se construyó con tres naves y planta en cruz latina, y tenía una superficie de unos 8300 m². Sus innumerables ampliaciones han aportado numerosos estilos arquitectónicos al edificio (románico, gótico, barroco, plateresco y neoclásico).
El pórtico de la Gloria es la entrada principal, y fue creado por el Maestro Mateo en 1188. Presenta 200 figuras referidas al Apocalipsis, y la figura del apóstol Santiago que aparece para dar la bienvenida a los peregrinos, apoyada en una columna que se eleva desde el parteluz. La fachada del Obradoiro de la catedral es obra de Fernando de Casas y Novoa, y está considerada como una de las expresiones supremas del barroco español. El altar mayor también es de estilo barroco, y justo debajo se encuentra la cripta del Apóstol Santiago.
Catedral de Santiago de Compostela
Bernardo el Viejo, Maestro Admirable, y Roberto, iniciaron la construcción de la Catedral románica en 1075, durante el reinado de Alfonso VI, siendo obispo Diego Peláez. Tras esa etapa inicial, una serie de cambios históricos suspendieron o, al menos, ralentizaron las obras hasta que se volvieron a poner en marcha en tiempos del arzobispo Gelmírez, en 1100. Las obras fueron encargadas al Maestro Esteban (también conocido como «Maestro de Platerías»); poco a poco la construcción de la Catedral fue avanzando a lo largo del siglo XII. En 1168 se encargó al Maestro Mateo su finalización, incluyendo el cierre occidental y la construcción del Coro en la nave principal. En 1211 la Basílica fue consagrada ante Alfonso IX.
Aunque se conserva la estructura medieval fundamental, a lo largo de los siglos la Catedral ha cambiado su fisonomía como consecuencia de la construcción del Claustro y sus zonas anexas, durante el Renacimiento, y especialmente durante el Barroco, cuando se realizaron obras como la capilla mayor, los órganos, el cierre de la cabecera o la fachada del Obradoiro, entre otras importantes novedades. Durante el Neoclásico se ejecutó la nueva fachada de la Azabachería y a lo largo de los últimos cien años se han seguido realizando diferentes actuaciones.