Ligamentos pata trasera perro

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Las lesiones de los ligamentos cruzados en los perros son las causas más comunes de cojera de las extremidades posteriores. Al igual que los jugadores de fútbol sufren lesiones de ligamentos cruzados, los perros también las sufren: la rodilla es una de las articulaciones más débiles del cuerpo.

El tipo de cirugía que se realice dependerá de la naturaleza de la lesión y del tamaño de su perro. El alivio del dolor, antes y después de la cirugía, es muy importante, así como el reposo postoperatorio y, eventualmente, la fisioterapia.

Muy ocasionalmente, un perro con rotura del ligamento cruzado dejará de cojear, pero se producirá una artritis que hará que vuelva a aparecer la cojera, normalmente en unos pocos meses. Esta cojera suele ser permanente.

Cuando se rompen uno o ambos ligamentos (el ligamento cruzado craneal es, con mucho, el más probable), la articulación se vuelve inestable. El resultado es que los huesos se mueven de forma anormal entre sí, lo que provoca daños en los tejidos, inflamación, dolor y, por supuesto, dificultad para poner peso en la extremidad afectada.

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Las rodillas de su perro soportan su peso y absorben el impacto de todos sus movimientos diarios. Cuando se produce una lesión de rodilla, el dolor y las molestias interfieren en cada paso. Las dos lesiones de rodilla más comunes que afectan a los perros son la rotura del ligamento cruzado craneal y la luxación rotuliana, y ambas se producen en las patas traseras. Aunque ambas lesiones provocan cojera, las causas, los signos clínicos y las opciones de tratamiento son diferentes para cada una de ellas.

Los ligamentos cruzados craneal y caudal forman una conexión en forma de X entre el fémur distal (inferior) y la tibia proximal (superior) para proporcionar estabilidad a la articulación de la rodilla. Su disposición forma una articulación de bisagra entre el fémur y la tibia, permitiendo los movimientos de flexión y extensión de la articulación y resistiendo el movimiento de lado a lado. Los humanos tienen la misma disposición anatómica de los ligamentos en sus rodillas, aunque los ligamentos se denominan ligamento cruzado anterior (LCA) y ligamento cruzado posterior (LCP).

Las lesiones del cruzado craneal son la causa más común de cojera de las extremidades posteriores en los perros. La rotura puede producirse como una lesión repentina y aguda, o como una degeneración crónica y progresiva. Sin embargo, los perros que sufren una rotura aguda probablemente tengan algún grado de degeneración que haya predispuesto al ligamento a una lesión repentina.

Rotura parcial del ligamento cruzado del perro

Puede que conozcas la rotura del ligamento cruzado anterior (LCA) en los humanos, pero ¿sabías que los perros también pueden romperse el LCA? En los caninos, este fino tejido conectivo situado en la rodilla se denomina ligamento cruzado craneal (LCC). Debido a la diferencia en la anatomía, el LCC de un perro siempre soporta la carga, lo que lo hace más propenso a las lesiones por desgaste que el LCA de un humano.

Si observa cualquier signo de rotura del LCA en los perros, es importante tratar la afección lo antes posible. Sin atención, las lesiones del LCA sólo empeoran con el tiempo, y los síntomas se vuelven más pronunciados. Si se produce un desgarro, que es probable sin tratamiento, su perro sufrirá mucho dolor.

Para evitar caminar sobre una rodilla lesionada, su perro puede empezar a favorecer su pierna sana. La sobrecompensación puede llevar a que la otra rodilla se dañe también. Se calcula que el 60 por ciento de los perros con una sola lesión del LCA se lesionan la otra rodilla, lo que provoca más dolor, un tratamiento más necesario y un periodo de recuperación más largo.

A la hora de determinar qué tratamiento recomendar, el veterinario tendrá en cuenta la edad, el tamaño, el peso, el estilo de vida y el nivel de energía de su mascota. En muchos casos, la mejor opción es realizar una osteotomía de nivelación de la meseta tibial (TPLO). La cirugía TPLO consiste en cortar y aplanar la sección superior del hueso de la espinilla, conocida como meseta tibial. A continuación, una placa y unos tornillos estabilizan la articulación de la rodilla en una nueva posición para que su perro pueda caminar cómodamente.

El ligamento cruzado del perro

Puede que conozcas las roturas del ligamento cruzado anterior (LCA) en los humanos, pero ¿sabías que los perros también pueden romperse el LCA? En los caninos, este fino tejido conectivo situado en la rodilla se denomina ligamento cruzado craneal (LCC). Debido a la diferencia en la anatomía, el LCC de un perro siempre soporta la carga, lo que lo hace más propenso a las lesiones por desgaste que el LCA de un humano.

Si observa cualquier signo de rotura del LCA en los perros, es importante tratar la afección lo antes posible. Sin atención, las lesiones del LCA sólo empeoran con el tiempo, y los síntomas se vuelven más pronunciados. Si se produce un desgarro, que es probable sin tratamiento, su perro sufrirá mucho dolor.

Para evitar caminar sobre una rodilla lesionada, su perro puede empezar a favorecer su pierna sana. La sobrecompensación puede llevar a que la otra rodilla se dañe también. Se calcula que el 60 por ciento de los perros con una sola lesión del LCA se lesionan la otra rodilla, lo que provoca más dolor, un tratamiento más necesario y un periodo de recuperación más largo.

A la hora de determinar qué tratamiento recomendar, el veterinario tendrá en cuenta la edad, el tamaño, el peso, el estilo de vida y el nivel de energía de su mascota. En muchos casos, la mejor opción es realizar una osteotomía de nivelación de la meseta tibial (TPLO). La cirugía TPLO consiste en cortar y aplanar la sección superior del hueso de la espinilla, conocida como meseta tibial. A continuación, una placa y unos tornillos estabilizan la articulación de la rodilla en una nueva posición para que su perro pueda caminar cómodamente.