Cómo tratar una pata rota de gato en casa

Este artículo ha sido redactado por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott, BVMS, MRCVS es una veterinaria con más de 30 años de experiencia en cirugía veterinaria y en la práctica de los animales de compañía. Se licenció en medicina y cirugía veterinaria por la Universidad de Glasgow en 1987. Lleva más de 20 años trabajando en la misma clínica de animales de su ciudad natal.

Las fracturas se producen cuando se ejerce una tensión anormal sobre un hueso, lo que hace que se agriete o se rompa. En los animales domésticos, las fracturas suelen deberse a algo traumático, como una caída, el ataque de un animal o un atropello. En los gatos, los huesos más propensos a romperse son el fémur (hueso del muslo), la pelvis, la mandíbula y la cola[1].

Este artículo ha sido redactado por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott, BVMS, MRCVS es una veterinaria con más de 30 años de experiencia en cirugía veterinaria y en la práctica de los animales de compañía. Se licenció en medicina y cirugía veterinaria por la Universidad de Glasgow en 1987. Lleva más de 20 años trabajando en la misma clínica de animales de su ciudad natal. Este artículo ha sido visto 89.114 veces.

¿pueden los gatos curar por sí solos las fracturas?

Una fractura es otro término para referirse a un hueso roto. Cuando hablamos de fracturas, utilizamos ciertos términos para describir dónde está roto el hueso, en qué tipo de patrón, abierto o cerrado y si está desplazado (separado) o angulado. Las fracturas pueden ser no desplazadas (una grieta en el hueso), espirales, segmentadas o conminutas (múltiples trozos). Cuanta más energía se necesite para romper un hueso, más daño sufrirán el hueso y los tejidos blandos y, por tanto, el suministro de sangre al hueso.

Todas las personas que sufren una fractura se curan de forma diferente. Los factores que influyen en la curación de las fracturas, además del tipo y el cuidado de la fractura, dependen de la persona que la sufre. Entre ellos se encuentran la edad, la nutrición, el estado de salud general y si se fuma o no.

El objetivo del tratamiento de las fracturas es restablecer la alineación normal del hueso y la anatomía para que la fractura sane en la posición correcta. Para ello, a veces es necesario manipular o “fijar” la fractura. Esto suele requerir algún tipo de sedación y/o anestesia y puede hacerse en la consulta, en urgencias o a veces en el quirófano.

Pata rota de gato sin tratar

A menudo se piensa que los gatos son gráciles y coordinados, y muchas personas creen erróneamente que los gatos siempre caen de pie. Sin embargo, al igual que todos los animales, los gatos son susceptibles de sufrir lesiones importantes por caídas o accidentes, incluidas las fracturas de huesos.

Identificar, obtener ayuda y cuidar a un gato que sufre una fractura ósea puede ser un reto, especialmente si su gato es del tipo revoltoso. Es muy importante tener cuidado y supervisar a su gato de cerca para asegurarse de que se cura correctamente y puede volver a moverse con facilidad.

Los gatos son buenos para enmascarar el dolor, por lo que puede ser necesario un poco de trabajo y una observación minuciosa para darse cuenta de que algo anda mal con su gato si no lo vio lesionarse. Fíjate bien si notas estos signos:

Sin embargo, no siempre es fácil saber si los huesos de tu gato están rotos. Tendrás que llevar a tu mascota al veterinario para que le hagan escáneres y así conocer el alcance de sus lesiones. Sin embargo, debería ser capaz de decir si una supuesta fractura es cerrada o abierta:

Cuidados posteriores a la rotura de una pata del gato

A muchos de nuestros gatos les gusta explorar el mundo exterior, pero por desgracia los coches suponen un peligro para nuestros amigos felinos. Joey fue uno de esos gatos con mala suerte. Sus dueños volvieron y lo encontraron incapaz de caminar con normalidad y lo llevaron rápidamente a nuestra consulta de Paignton.  Tras examinarlo, sospechamos que tenía una lesión en la pelvis.

Las radiografías confirmaron que Joey se había roto la pelvis en dos lugares, una lesión era la luxación sacroilíaca (una lesión en el punto en el que la columna vertebral y la pelvis se unen) y la otra lesión estaba en el otro lado de la pelvis, donde tenía una fractura directamente en el lado izquierdo de la pelvis, por lo que estaba en dos piezas.    Hay muchos problemas con una pelvis fracturada. La inestabilidad cada vez que se movía era extremadamente dolorosa, y si un gato se lesiona las articulaciones sacroilíacas o se rompe la pelvis en dos (Joey hizo ambas cosas) existe el riesgo de que se dañen los nervios debido a que los principales nervios pasan por esta zona. Otro problema grave puede ser que los fragmentos de la pelvis se desplacen y se salgan de su posición normal, lo que puede causar problemas en el intestino que pasa por la pelvis. Si este espacio se estrecha, puede provocar dificultades para evacuar las heces de por vida.    Joey, además del dolor que sufría, corría el riesgo de sufrir daños en los nervios y de que se le comprimiera el intestino.