cómo calmar a un bebé que llora en 5 segundos

Todos los bebés lloran, pero las lágrimas pueden pasar factura. Si nada de lo que haces calma a tu bebé que llora, puede que te sientas angustiada por tu incapacidad para ayudarlo. Si el llanto no te deja dormir, tu agotamiento puede hacer aún más difícil mantener la paciencia y hacer frente a la situación. ¿Y si pierdes el control?

Es normal que te alteres cuando tu bebé llora. Como la mayoría de la gente llora cuando está herida o disgustada, es posible que asumas que el bebé que llora siente dolor o angustia y que, de alguna manera, estás fallando como padre porque no puedes detener las lágrimas. Puede ser aún más difícil lidiar con un bebé que llora si estás cansado, deprimido o irritable.

Ten en cuenta que los bebés pueden llorar por muchas razones, como por ejemplo si se sienten aburridos o sobreestimulados. Si puedes empezar a pensar en los llantos de tu bebé como un método para compartir sentimientos, en lugar de como una mera expresión de dolor, puede que te resulte un poco más fácil enfrentarte a ellos.

Los bebés tienen los músculos del cuello débiles y a menudo les cuesta sostener sus pesadas cabezas. Si un bebé es sacudido con fuerza, su frágil cerebro se mueve de un lado a otro dentro del cráneo. Esto puede provocar hematomas, hinchazón y hemorragias. Sacudir al bebé puede tener consecuencias devastadoras, como ceguera, daños cerebrales o incluso la muerte.

cortisol desarrollo del cerebro del bebé

El llanto de tu bebé es su forma de comunicarse contigo. Todos los bebés lloran, especialmente durante los primeros 6 meses de vida. Durante este periodo, la mayoría de los bebés pueden llorar entre 45 minutos y 2 horas cada día. Los bebés suelen llorar para que los alimenten, los duerman o les cambien los pañales.

El cólico es un llanto excesivo que se produce durante más de 3 horas al día, sobre todo por la noche. Se desconoce la causa de los cólicos, pero suelen alcanzar su punto máximo entre las 6 y las 8 semanas de edad. Los cólicos mejoran por sí solos, aunque hay algunas cosas que los padres pueden hacer para ayudar a detener el llanto.

señales de estrés en bebés menores de 12 meses

Pero tus palabras caen en saco roto. Su hijo está plenamente convencido de que todo NO va a salir bien y de que hay MUCHAS cosas por las que preocuparse. Suspirando, te sientas en el sofá, devanándote los sesos para encontrar algo más útil que decir.

Si su hijo lucha contra la ansiedad, usted conoce el desafío de encontrar las cosas correctas para decir cuando está preocupado. No es fácil conectar con él sin empeorar sus temores y, al mismo tiempo, ofrecerle apoyo y ánimo.

La ansiedad y la preocupación son diferentes para cada niño. No todas estas estrategias funcionarán para tus hijos. Tú eres el experto en tu hijo. Si intentas algo y empeora sus preocupaciones, no te asustes. Elige otra cosa de la lista para probar la próxima vez. Con el tiempo, encontrarás unas cuantas frases que resulten eficaces para enviar un mensaje de calma, ánimo y fortaleza a tu hijo.

Cuando mis preocupaciones son demasiado grandes es una gran adición para añadir a cualquier biblioteca si tienes un hijo que se preocupa o está ansioso.  Este libro infantil ilustrado, atractivo y fácil de leer, está repleto de oportunidades para que los niños participen en el desarrollo de sus propias estrategias de autocontrol. Los niños que utilicen las sencillas estrategias de este encantador libro, ilustrado por el autor, se encontrarán relajados y listos para concentrarse en el trabajo o el juego.

cortisol del bebé sobreexcitado

Ningún padre quiere ver a su hijo alterado, pero a veces es difícil saber cómo reaccionar cuando su hijo está nervioso o tiene miedo. ¿Le abrazas? ¿Dejas que llore? Hay muchos consejos contradictorios. La próxima vez que tengas que reaccionar ante un niño nervioso o temeroso, pon en práctica estos consejos de probada eficacia.

Si le dices a tu hijo exactamente lo que tiene que hacer o incluso lo que tiene que decir en situaciones estresantes y desafiantes, no es capaz de resolver los problemas por sí mismo ni de aprender formas de afrontarlos por sí mismo. Esto no significa que nunca vayan a necesitar ayuda, pero debes dejar que intenten resolver el problema primero antes de ofrecerles una ayuda.

Cuando los niños evitan constantemente las situaciones que les producen miedo o incomodidad, sus temores nunca desaparecen. Intenta facilitarles las actividades que les ponen nerviosos. No esperes demasiado de una vez, porque puede llevarles un tiempo conquistar un miedo. Por ejemplo, si a tu hijo le cuesta jugar con otros niños en el colegio, organiza un encuentro en casa para que pueda centrarse en sentirse cómodo con un solo niño antes de estar rodeado de todos sus compañeros en el patio. Si le ayudas a adaptarse poco a poco, podrás aliviar su miedo y prepararle para que se desenvuelva solo cuando sea mayor.