alternaria

Las bacterias son los microbios más abundantes del suelo. Son organismos unicelulares y puede haber miles de millones de bacterias en un solo gramo de suelo. Las poblaciones de bacterias pueden crecer o desaparecer en el espacio de unos pocos días en respuesta a los cambios en la humedad del suelo, la temperatura del suelo o el sustrato de carbono. Algunas especies de bacterias son muy frágiles y pueden morir por pequeños cambios en el entorno del suelo. Otras son extremadamente resistentes, capaces de soportar el calor, el frío o la desecación. Algunas bacterias dependen de especies vegetales específicas.

Los hongos del suelo son células microscópicas parecidas a las de las plantas que pueden ser unicelulares (por ejemplo, las levaduras) o crecer en largas estructuras filiformes o hifas que forman una masa llamada micelio. Pueden ser simbióticos con las raíces de las plantas (figura 1). Los hongos no suelen ser tan dependientes de especies vegetales concretas como algunas bacterias, y sus poblaciones se desarrollan más lentamente.

Fijadores de nitrógeno: extraen el nitrógeno gaseoso del aire y lo convierten en formas que las plantas pueden utilizar, y pueden añadir al suelo el equivalente a más de 100 kg/ha al año de nitrógeno. Las bacterias Rhizobium viven en nódulos radiculares especiales de las legumbres y pueden inocularse en las semillas de éstas. Otras bacterias fijadoras de nitrógeno de vida libre se asocian con las no leguminosas, pero la inoculación con estos organismos no ha resultado eficaz para aumentar la fijación de nitrógeno en los cultivos no leguminosos.

identificación de hongos en las plantas

La realidad es que el suelo está repleto de una gran variedad de hongos. Hay hongos buenos y hongos malos. Algunos son perjudiciales para el cultivo. Otros son beneficiosos. En general, hay más beneficiosos que perjudiciales.

Los hongos no son ni plantas ni animales, por lo que se clasifican como un reino propio. Los mohos, las levaduras y las setas son los hongos más comunes. Desempeñan un papel fundamental en la descomposición de la materia orgánica, así como en el ciclo e intercambio de nutrientes. Pueden ser organismos unicelulares o multicelulares, y la mayoría son microscópicos.

El hongo que ha demostrado tener un mayor impacto en la salud y el crecimiento de las plantas es el hongo micorrícico arbuscular (HMA). Este tipo de hongos existe desde hace cientos de millones de años. Originarios del mar, estos hongos han coevolucionado junto a las primeras plantas terrestres. Hoy en día, los HMA forman útiles relaciones simbióticas con la mayoría de los cultivos agrícolas. Este hongo es un endófito: lo que significa que vive dentro de una planta sin causar ningún daño.

Las micorrizas arbusculares utilizan sus hifas para ampliar el sistema radicular de una planta, tendiendo una red más amplia para ayudar a la planta a recoger nutrientes esenciales y agua. El tamaño de las hifas es 10 veces menor en diámetro que los pelos de la raíz y 30 veces más largo. Esto permite a las hifas atravesar los microporos y llegar más allá de la zona de absorción de las raíces. Los HMA son especialmente útiles para asegurar el fósforo, que tiene una movilidad limitada en el suelo.

mucor

Bajo el verde mundo vegetal que vemos hay un oscuro mundo microbiano que no vemos. Los cultivos que comemos, los bosques que nos sostienen a nosotros y a la mayoría de las demás formas de vida, incluso la regulación del clima de la Tierra, todo ello se beneficia de una oscura red de hongos y bacterias que movilizan los nutrientes del suelo y los intercambian con las plantas por azúcares y grasas. Sin embargo, los científicos desconocen el funcionamiento de esta sociedad subterránea. Por ejemplo, los investigadores acaban de cartografiar por primera vez la distribución mundial de tres grandes grupos de estos microbios. Incluso en 2019, lo que hay bajo nuestros pies sigue siendo una verdadera frontera científica.

A pesar de esta oscuridad epistemológica, el interés del público por el ecosistema subterráneo se ha disparado. Las charlas TED y los libros más vendidos ensalzan la benévola y cooperativa “red de madera” de los organismos del subsuelo que se comunican, comparten nutrientes y se sostienen mutuamente.

Toby Kiers, biólogo evolutivo de la Universidad VU de Ámsterdam, está a la vanguardia de una nueva generación de científicos que cuestionan esa visión difusa. A través de estudios innovadores y pioneros, Kiers y sus colaboradores han reunido pruebas de que las plantas y sus conspiradores fúngicos no sólo cooperan entre sí, sino que también participan en un mercado estridente y a menudo despiadado regido por la oferta y la demanda, en el que todos tratan de conseguir el mejor trato para sí mismos y para su especie.

el moho en el suelo de las plantas es perjudicial para el ser humano

Setas: los hongos interesantes entre nosotros. Recientemente, algunos cultivadores nos han preguntado por qué y cómo pueden acabar los hongos en su cultivo. Algunos cultivadores ven estos pequeños bichos salir de los lados de sus macetas de tela, otros los ven aparecer cerca de sus plantas. Si no estás intentando cultivar setas, puede que te asuste verlas crecer en tu jardín, especialmente si estás cultivando en interior. Lo bueno es que los hongos son bastante inofensivos para las plantas en crecimiento, e incluso pueden ayudar a mejorar la calidad de tu suelo.

Aquí repasaremos lo que hacen los hongos, cómo crecen y las formas de evitar que crezcan o de detenerlos cuando lo hacen. Setas: Hongos con un propósito Cuando la gente oye la palabra hongo piensa en su variedad vegetal: los hongos, y cuando oye “hongos” suele pensar en un tipo particular de hongos: el moho (particularmente el moho blanco pulverulento y el moho amarillo/marrón velloso). Esos tipos de hongos suelen ser parásitos, pero en su mayor parte, los hongos ayudan a las plantas a intercambiar nutrientes o a devolverlos a la tierra.