Dieta sin fructosa
En el caso de la intolerancia a la fructosa, hay que diferenciar entre una deficiencia enzimática determinada genéticamente (intolerancia hereditaria a la fructosa, HFI) y un defecto en el transporte de la fructosa (malabsorción de la fructosa). El diagnóstico dirigido puede realizarse para ambas formas y la aclaración del patomecanismo causante mediante el diagnóstico diferencial es de relevancia terapéutica.
La fructosa procedente de la ingestión de alimentos se metaboliza en el hígado. Allí se convierte primero en fructosa-1-fosfato. La enzima aldolasa B es responsable de la siguiente etapa de conversión. Esta enzima se encuentra en las células del hígado, el riñón y la mucosa del intestino delgado, y escinde la fructosa-1-fosfato en gliceraldehído y dihidroxiacetona-fosfato. Si la enzima aldolasa B está gravemente alterada debido a la genética, se produce una acumulación de fructosa-1-fosfato en las células con un grave efecto tóxico. Además, el aumento del nivel de fructosa-1-fosfato inhibe la glucólisis.
La HFI es un trastorno metabólico de la fructosa en el que se producen metabolitos que son hepatotóxicos y que provocan hipoglucemia. La exposición crónica a la fructosa puede provocar hepatomegalia e insuficiencia hepática progresiva.Los bebés suelen presentar anomalías clínicas después de ser destetados y alimentados con comida para bebés que contiene fructosa. Puede haber una hipoglucemia pronunciada con vómitos, ataques de sudoración, síntomas neurológicos e incluso convulsiones, letargo y retraso en el desarrollo.
Alimentos con fructosa
¿Se siente cansado y débil a pesar de comer cantidades importantes de alimentos nutritivos y saludables? ¿Se siente hinchado e incómodo después de disfrutar de algunas de sus frutas o verduras favoritas? Si es así, puede estar sufriendo de intolerancia a la fructosa, y puede ser el momento de hacerse la prueba. En el Centro de Pérdida de Peso Endoscópico Batash en Rego Park, Nueva York, hemos ayudado a muchos pacientes a identificar las fuentes de sus molestias digestivas con pruebas de intolerancia a la fructosa.
La intolerancia a la fructosa, también conocida como malabsorción de la fructosa, es un trastorno que impide el proceso natural de digestión de la fructosa en el cuerpo. La fructosa es un azúcar que se encuentra en la fruta fresca, la miel, el jarabe de maíz de alta fructosa y otros alimentos. Cuando el cuerpo tiene una intolerancia a la fructosa, es incapaz de metabolizar este azúcar para utilizarlo como energía. Como resultado, la salud y el bienestar general de un individuo pueden verse gravemente comprometidos.
Si se padece una intolerancia a la fructosa, la digestión de los nutrientes por parte del organismo se ve considerablemente afectada. Los nutrientes se absorben normalmente en el intestino delgado. Sin embargo, en lugar de absorber la fructosa en el intestino delgado y convertirla en energía, un cuerpo intolerante a la fructosa permitirá que la fructosa no digerida pase al colon.
Malabsorción de la fructosa
Muchos conocemos el creciente número de personas a las que les resulta indigesta la lactosa de la leche y los productos lácteos. Sin embargo, existen pocos recursos para quienes no toleran la fructosa de la fruta o los productos derivados.
En primer lugar, para evitar la confusión con la Intolerancia Hereditaria a la Fructosa, que es una condición genética que puede provocar daños en el hígado; en segundo lugar, una “intolerancia” es una condición en la que la absorción tiene lugar con éxito, pero el cuerpo no puede procesar la sustancia.
Por ejemplo, las personas con Intolerancia a la Lactosa pueden absorber la lactosa, pero una vez absorbida el cuerpo no puede metabolizarla. Las personas con malabsorción de fructosa no pueden absorber la fructosa, y es esta falta de absorción la que provoca los síntomas.
Como se indica en el libro de Gerald Huether “Tryptophan, Serotonin and Melatonin”, cuando los malabsorbentes de fructosa consumen fructosa, ésta viaja a través del sistema digestivo sin ser absorbida, llegando finalmente intacta al colon donde es descompuesta por la flora intestinal del cuerpo en hidrógeno y dióxido de carbono.
Dado que el triptófano es un estabilizador del estado de ánimo y también es necesario para la producción de serotonina y melatonina (dos importantes neurotransmisores), los malabsorbentes de fructosa obtienen una puntuación significativamente más alta en cuanto a depresión que los que no padecen malabsorción de fructosa.*
Fructosa de aguacate
Las mutaciones en el gen ALDOB provocan una intolerancia hereditaria a la fructosa. El gen ALDOB proporciona instrucciones para fabricar la enzima aldolasa B. Esta enzima se encuentra principalmente en el hígado y participa en la descomposición (metabolismo) de la fructosa para que este azúcar pueda utilizarse como energía. La aldolasa B es responsable del segundo paso en el metabolismo de la fructosa, que descompone la molécula de fructosa-1-fosfato en otras moléculas denominadas gliceraldehído y dihidroxiacetona fosfato.Las mutaciones del gen ALDOB reducen la función de la enzima, perjudicando su capacidad para metabolizar la fructosa. La falta de aldolasa B funcional provoca una acumulación de fructosa-1-fosfato en las células del hígado. Esta acumulación es tóxica y, con el tiempo, provoca la muerte de las células hepáticas. Además, los productos de descomposición de la fructosa-1-fosfasa son necesarios en el organismo para producir energía y mantener los niveles de azúcar en sangre. La combinación de la disminución de la energía celular, el bajo nivel de azúcar en sangre y la muerte de las células hepáticas da lugar a las características de la intolerancia hereditaria a la fructosa.