la inmaculada concepción…

La Virgen del Rosario de Murillo es un excelente ejemplo del estilo tardío del artista, cuando pintaba en su llamado estilo vaporoso. Los contornos de las figuras de la Virgen y del Niño se han suavizado y la luz inunda la composición, envolviéndolos en un suave resplandor. Aunque ambas figuras han sido idealizadas en gran medida, conservan una humanidad familiar, sobre todo en el cabello cuidadosamente peinado del niño y en la forma simpática en que juega con las cuentas del rosario, con un toque murillesco característico.

No sabemos para quién fue pintado este cuadro, pero desde 1644 hasta su muerte Murillo fue un miembro activo de la Cofradía del Rosario en su parroquia local, y es probable que un cuadro como éste fuera realizado para una iglesia dominica o una capilla monástica en Sevilla o Cádiz. El encargo debió de ser importante y valioso porque los materiales utilizados por Murillo son de primer orden. A diferencia de obras como los cuadros de los dos mendigos de Dulwich, que fueron pintados sobre un lienzo liso, Murillo utilizó un lienzo de lino fino en el que se tejió un distintivo patrón adamascado de cruces y cuadrados. Para las intensas veladuras azules de los paños de la Virgen, utilizó el ultramar, un pigmento tan caro que rara vez se utilizaba en España, lo que demuestra la riqueza de la iglesia o cofradía que encargó este retablo.

la virgen del rosario

La Virgen del Rosario es un hermoso óleo del artista español Bartolomé Esteban Murillo. Reconocido hoy en día como uno de los grandes artistas del Siglo de Oro español, Murillo cuenta con una vasta obra de pintura de género. Representó a los habitantes de su ciudad, retratos para la burguesía local e imágenes religiosas, dando lugar a algunas de sus impresionantes obras maestras. Este último es un género que el pintor trabajó extensamente, a veces trabajando con el mismo tema y composición de 5 a 8 veces. Esta obra es un ejemplo estelar de la manera única de Murillo y de su impactante imaginería religiosa.

La Virgen del Rosario es un óleo sobre lienzo de 200,8 x 128,2 cm. Con un lienzo de aproximadamente dos metros, este tamaño era una elección habitual para los encargos religiosos de Murillo. Dado que estas obras se utilizaban para adornar capillas, iglesias, conventos y demás, una escala impresionante ayudaba a reforzar el sentido de devoción y fe de los seguidores. La obra pertenece a la Dulwich Picture Gallery, que cuenta con una inmensa variedad de obras del Viejo Maestro. El artista pintó el cuadro entre 1675 y 1680, la última etapa de Murillo. En sus imágenes religiosas destaca el uso de colores intensos, que muestran un fuerte sentido atmosférico, alcanzando una calidad onírica.

nuestra señora del rosario

Esta pintura, una de sus primeras obras, representa uno de los temas favoritos de Murillo, la Virgen y el Niño. La virgen está sentada con un vestido rojo vibrante sobre un manto azul intenso, sosteniendo al niño sin ropa, que está en su regazo. Las dos figuras se abrazan con ternura, como sólo una madre y un niño pueden hacerlo, lo que es un elemento típico de los cuadros de Murillo. Este toque de ternura es indicativo de un elemento realista que está presente en todos los cuadros de Murillo, casi como si se tratara de una instantánea de las dos figuras antes de que estuvieran completamente posadas, como en una fotografía cándida.

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