Funciones animador sociocultural ayuntamiento
Caricatura sociocultural
Técnicos especialistas; Formadores en el ámbito de la Promoción de Actividades Artísticas, Culturales y Comunitarias; Empresarios en el ámbito de las Industrias Culturales y Creativas; Empresarios en el ámbito de la Promoción Turística; Animadores Culturales; Relaciones Públicas y Asesores en el sector empresarial privado y estatal.
– Titulados con competencias científicas y técnicas que les permitan simultáneamente la comprensión de las estructuras y comportamientos sociales y el ejercicio competente de profesiones específicas en el ámbito de la promoción de actividades culturales y comunitarias;
– Titulados con competencias científicas y técnicas que les permitan cooperar con organizaciones y asociaciones del sector de la promoción de actividades culturales y comunitarias y otras entidades, con el fin de establecer asociaciones que promuevan proyectos y actividades de extensión comunitaria;
– Titulados con competencias científicas y técnicas capaces de diseñar proyectos estructurantes y sostenibles que, por un lado, fomenten el desarrollo local y, por otro, favorezcan la internacionalización de la cultura y las artes;
Este artículo se centra en una propuesta de metodología para identificar las tendencias socioculturales y sus consecuencias. Para desarrollar este objetivo, nos acercamos a la comprensión de las tendencias, especialmente desde una perspectiva sociológica. Al abrir esta perspectiva, introducimos nuestra comprensión de que las tendencias socioculturales son sensibilidades sociales, y así establecemos los principios para el surgimiento de formas sociales, valores y otras tendencias. La comprensión de esta relación es esencial porque nos lleva a abordar la correspondencia entre el objeto de estudio de esta investigación -los Colectivos Creativos- y la tendencia sociocultural estar-juntos-con. Una vez establecidas las conexiones entre estas instancias, el trabajo aborda la relación inmanente entre ellas y el surgimiento de la economía creativa también tratada aquí como economía de la cultura. Tras tejer estas afinidades, presentamos la herramienta de los escenarios de futuro y situamos su uso en la propuesta metodológica que desplegamos. Esta propuesta se basa en los principios de la sociología comprensiva, la antropología interpretativa y el dialogismo, teniendo en los escenarios futuros un mecanismo de visualización, a través de la narrativa, del desarrollo de los elementos identificados in loco en los Colectivos Creativos de la ciudad de Porto Alegre.
Los coordinadores de actividades socioculturales organizan, animan y evalúan proyectos de intervención social y cultural orientados al desarrollo de la autonomía personal y grupal de los colectivos. Para ello, aplican técnicas de dinámica de grupos y utilizan recursos comunitarios, culturales y de ocio. Además, fomentan la comunicación y la colaboración entre grupos de individuos que se organizan para dar respuesta a sus intereses y necesidades personales y sociales.
El objetivo de estos profesionales es crear espacios de convivencia, redes de relación, participación comunitaria, disfrute del ocio y la cultura y promover la solidaridad. Para ello, trabajan en dos líneas: por un lado, buscan el mantenimiento de la actividad personal, entendida como la participación en el entorno familiar, comunitario y social, así como el desarrollo de tareas físicas y mentales; y por otro, realizan tareas de prevención de situaciones de dependencia y exclusión social a través de proyectos de intervención social y comunitaria, especialmente en colectivos vulnerables.
Animación sociocultural
La zona que ahora se conoce como Tokio comenzó en torno a la ciudad de Edo, que se estableció como centro de comercio, arte y alta cultura en Japón durante los siglos XVII y XVIII, conocido como el periodo Edo. Fue rebautizada con el nombre de Tokio y se convirtió en la capital de Japón en 1869, después de que el emperador Meiji se trasladara desde la antigua capital, Kioto, restaurando el gobierno imperial en Japón. A finales del siglo XIX, Japón experimentó una rápida modernización y cambio cultural, incluyendo la construcción de carreteras, ferrocarriles y líneas de telecomunicaciones, la popularidad de los peinados y modas occidentales que sustituyeron a los moños y kimonos tradicionales, y el paso a un sistema de gobierno de gabinete. La ciudad sufrió graves daños a causa del Gran Terremoto de Kanto en 1923, y posteriormente durante la Segunda Guerra Mundial. A finales del siglo XX se produjeron ciclos de auge y decadencia económica, acompañados del auge del consumismo y de ciclos de rápido descenso y crecimiento de la población en la ciudad. En la actualidad, Tokio tiene una población de 13 millones de personas en su centro y más de 38 millones incluyendo su área metropolitana, lo que la convierte en la mayor ciudad del mundo.