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Pero con tantas antigüedades antiguas y en ruinas, podrías encontrarte en una situación complicada rápidamente. Así es, hay algunas normas y restricciones que hay que tener en cuenta a la hora de fotografiar las atracciones de la Ciudad del Vaticano.

Las normas se han establecido para proteger los objetos y las obras de arte. Así que, por favor, si se encuentra en una zona de no-fotografía (lo más probable es que sea una zona de “no-flash”) obedezca las indicaciones. Incluso si ves que otros se saltan las normas… que lo harán.

“En la Capilla Sixtina está prohibido tomar fotografías o películas con cualquier tipo de equipo electrónico. El personal de guardia está autorizado a solicitar la anulación inmediata, en su presencia, del material de vídeo o fotográfico producido en contravención de esta norma.”

Está permitido hacer fotos dentro de la Basílica y fuera de ella. Pero no olvide que algunas de las mejores fotos de la Basílica de San Pedro se toman fuera de la Ciudad del Vaticano. Sube a la colina del Aventino, por ejemplo, y obtén una increíble vista en forma de ojo de cerradura de la iglesia.

Imagen del techo de la capilla sixtina

El techo de la Capilla Sixtina (en italiano: Soffitto della Cappella Sistina), pintado por Miguel Ángel entre 1508 y 1512,[1] es una obra fundamental del arte del Alto Renacimiento. El techo es el de la Capilla Sixtina, la gran capilla papal construida en el Vaticano entre 1477 y 1480 por el Papa Sixto IV, que da nombre a la capilla. Fue pintado por encargo del Papa Julio II. En la capilla se celebran los cónclaves papales y muchos otros servicios importantes[2].

Los diversos elementos pintados del techo forman parte de un esquema más amplio de decoración dentro de la capilla, que incluye el gran fresco El Juicio Final en la pared del santuario, también de Miguel Ángel, pinturas murales de varios pintores importantes de finales del siglo XV, como Sandro Botticelli, Domenico Ghirlandaio y Pietro Perugino, y un conjunto de grandes tapices de Rafael, que ilustran gran parte de la doctrina de la Iglesia católica[3][4].

En el centro de la decoración del techo se encuentran nueve escenas del Libro del Génesis, de las cuales La Creación de Adán es la más conocida, con un valor icónico sólo igualado por la Mona Lisa de Leonardo da Vinci, ya que las manos de Dios y Adán se reproducen en innumerables imitaciones. El complejo diseño incluye varios conjuntos de figuras individuales, tanto vestidas como desnudas, que permitieron a Miguel Ángel demostrar plenamente su destreza en la creación de una enorme variedad de poses para la figura humana y que han proporcionado un libro de modelos enormemente influyente para otros artistas desde entonces.

Historia de la capilla sixtina

El techo de la Capilla Sixtina (en italiano: Soffitto della Cappella Sistina), pintado por Miguel Ángel entre 1508 y 1512,[1] es una obra fundamental del arte del Alto Renacimiento. El techo es el de la Capilla Sixtina, la gran capilla papal construida en el Vaticano entre 1477 y 1480 por el Papa Sixto IV, que da nombre a la capilla. Fue pintado por encargo del Papa Julio II. En la capilla se celebran los cónclaves papales y muchos otros servicios importantes[2].

Los diversos elementos pintados del techo forman parte de un esquema más amplio de decoración dentro de la capilla, que incluye el gran fresco El Juicio Final en la pared del santuario, también de Miguel Ángel, pinturas murales de varios pintores importantes de finales del siglo XV, como Sandro Botticelli, Domenico Ghirlandaio y Pietro Perugino, y un conjunto de grandes tapices de Rafael, que ilustran gran parte de la doctrina de la Iglesia católica[3][4].

En el centro de la decoración del techo se encuentran nueve escenas del Libro del Génesis, de las cuales La Creación de Adán es la más conocida, con un valor icónico sólo igualado por la Mona Lisa de Leonardo da Vinci, ya que las manos de Dios y Adán se reproducen en innumerables imitaciones. El complejo diseño incluye varios conjuntos de figuras individuales, tanto vestidas como desnudas, que permitieron a Miguel Ángel demostrar plenamente su destreza en la creación de una enorme variedad de poses para la figura humana y que han proporcionado un libro de modelos enormemente influyente para otros artistas desde entonces.

El sacrificio de noé

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El techo de la Capilla Sixtina, pintado por Miguel Ángel entre 1508 y 1512, es una de las obras de arte más conocidas del Alto Renacimiento. En el centro de la decoración del techo se encuentran nueve escenas del Libro del Génesis, de las cuales La Creación de Adán es la más conocida, reproduciéndose las manos de Dios y de Adán en innumerables imitaciones. El complejo diseño incluye varios conjuntos de figuras individuales, tanto vestidas como desnudas, que permitieron a Miguel Ángel demostrar plenamente su destreza en la creación de una enorme variedad de poses para la figura humana, y que han proporcionado un libro de modelos enormemente influyente para otros artistas desde entonces.

Los profetas de Israel y las sibilas del mundo pagano predijeron la llegada del Mesías. Ambos han sido incluidos por Miguel Ángel como señal de que el Mesías (Jesucristo) iba a venir no sólo para los judíos, sino también para los gentiles (personas no judías).